martes, 1 de septiembre de 2009

SIGUIENDO MI CAMINO – RUMBO A LIMA Y El CALLAO – ÚLTIMA PARTE DEL VIAJE

Había bajado de Macchu Picchu al caer la tarde; aterida de frío, calada hasta los huesos por la lluvia; agotada, pero feliz. Las emociones se multiplicaban dentro mío. Llegué nuevamente al Hostal Adelas, donde la dueña me ofreció un tazón de café con un sándwich, tomé un baño y me acosté. Al día siguiente volvía a Cusco, recorrería otros lugares, pero ya mi objetivo estaba cumplido. Sin embargo, fiel a lo que hago cuando visito un país; debía conocer su Capital –Lima- y desde allí emprendería el regreso, por otras rutas; me esperaban más paisajes de ese bello país, aunque interiormente sabía que nada sería comparable a lo que había vivido en intensidad y emoción.
Llegué a Cusco y de allí seguí viaje a Lima. Mi proyecto inicial era quedarme en Nazca, pero el costo de volar para ver desde arriba los diseños era demasiado alto, por lo que abandoné la idea, dejándolo para una oportunidad posterior. Sin embargo, de igual modo, visualicé a la distancia ciertos detalles interesantes y continué mi ruta.
Cuando es la primera vez que sales de tu país; das por sentado que las cosas son parecidas a lo que es habitual dentro del territorio que conoces; probablemente porque crees que si hablan tu idioma y se trata de Sudamérica, todo será casi igual. En mi caso particular; supuse que en cada lugar que llegara, había una Terminal Central de buses en Lima, tal como ocurre en Argentina y en la mayoría de las ciudades por las que había pasado.
En Lima, debía encontrarme con un amigo virtual. Era un muchacho joven, con el que conversaba desde hacía más de un año; y se ofreció para ayudarme en el recorrido de Lima. Desde que entré a Perú, le avisaba donde estaba; John me iba indicando cosas o haciéndome sugerencias y recomendaciones. Antes de salir para Lima, le había enviado un mail avisando que llegaba desde Cusco a la “Terminal” en un bus que llegaba a las 16, 30 horas a la ciudad Capital; y viaje tranquila, suponiendo que allí estaría esperando John.
Cuando el transporte entró a su destino, me sorprendí de la pequeñez del edificio. Me preguntaba porqué una Ciudad como Lima tenía apenas ocho plataformas; bajé mientras miraba de un lado al otro, no estaba nadie esperando. Tal vez se había demorado…
Cuando transcurrieron 45 minutos, empecé a ponerme inquieta, a consultar con el personal y allí comprendí mi error. En esa ciudad, cada empresa de transporte de pasajeros, tenía su propia Terminal; yo solo había avisado el horario de arribo, pero no le informé que línea de bus era. John no sabría donde buscarme.
Estaba cansada, empezaba a caer la tarde, debía buscar un lugar donde alojarme, luego vería como contactar a mi amigo.
Sin tener mucha idea de donde estaba, a que distancia de la zona céntrica de la ciudad; pues hasta la reserva del hostal donde me alojaría lo había encargado; tomé una guía de teléfonos, llamé a un Hotel, pregunté precio, subí a un taxi y partí.
El Hotel era muy bueno – digamos que excesivamente bueno- para el presupuesto que manejaba; pero no me haría daño pasar una noche en ese lugar. Desde allí, llamé por teléfono a John; estaba un poco inquieto y bastante afligido. Le avisé donde me alojaba, comenzó a reír, pues comentó que ese hotel me salía el equivalente a siete días en el Hostal. De todas formas, le dije que por ese día me quedaría.
Vino a buscarme y finalmente conocí a quién era mi amigo hace largo tiempo; era más delgado y pequeño de lo que yo imaginaba. Después de abrazarnos fraternalmente; decidí que no saliéramos a pasear, y quedáramos en el bar del mismo hotel a conversar mientras comíamos algo juntos.
Hablamos largo rato; finalmente se despidió diciéndome que vendría a buscarme a la mañana para llevarme al Hostal donde me alojaría. Así lo hizo; el lugar donde finalmente quedé los cinco días de mi estancia en Lima, era cómodo, limpio y seguro.
Así fuimos recorriendo esa preciosa ciudad. Me sorprendió lo extensa que parecía; aunque no tenía muchos edificios demasiado altos. Limpia, de calles amplias, caminé por sus peatonales, me detenía en las construcciones antiguas, y el trabajo afiligranado de la herrería.
Recorrimos plazas, parques, iglesias, edificios con diseño colonial, a pesar de ser de reciente construcción, y otros auténticamente antiguos. Las fuentes eran una constante en los lugares públicos.
La Plaza de Armas amplia, está ubicada en el centro histórico de la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con su Casa de Gobierno imponente; allí pude ver la ceremonia del cambio de guardia; con un pequeño desfile (encaramada en un banco de la Plaza, pues había demasiada gente, observando los bonitos diseños que formaban los guardias) al son de la Banda de Música Militar.
Alrededor de la Plaza, la Iglesia Catedral se destaca por su estructura magnífica; el Palacio Municipal, de hermoso diseño, enlazado con otros edificios también pertenecientes al Municipio de Lima, siguiendo idéntica estructura y color, prolongando la visión alrededor de la Plaza en un conjunto armónico; con detalles de balcones y salientes en madera finamente tallados.
Caminando por una de las peatonales, a poca distancia, me maravilló el frontispicio de la Iglesia La Merced, aunque en realidad los templos de Lima, son una exquisita obra de arte en si mismas, tanto en trabajos de ebanistería, marmolería, pintura, hierro forjado, etc.
Los parques tenían infinidad de flores y plantas multicolores, que eran una fiesta para los ojos.
Conocí barrio de Miraflores, bonito, elegante, en lo que llamaría “el lugar mimado” de la ciudad y fue fascinante verlo al igual que la costanera de Lima, (en ese momento sujeta a modificaciones y arreglos de mejora en su diseño), sin embargo igualmente resultaba bellísima.
También conocí el puerto de El Callao, con sus historias de bucaneros, el Fuerte, la vegetación diferente, las olas rompiendo en la costa y las leyendas tejidas en torno a la Isla que se encuentra cercana.
Lima y sus alrededores, tenía en edificios y calles, el sello español; estaba presente en las farolas, en gran parte de su música -que recordaba la fuerte ascendencia en la etapa de la colonia- pero simultáneamente tenía grabada profundamente la estirpe indo-americana, las pieles broncíneas de su gente, la mirada penetrante y el andar orgulloso de una etnia que se conservaba intacta en cada rincón y la hacían tan exquisita, perfectamente singular; caminando por cada sitio se podía descubrir la amalgama de dos culturas diferentes que habían logrado fundirse, forjando algo único, el alma de un país bellísimo.
Ahora era el tiempo del regreso a mi patria, llena de nuevos conocimientos, de historias, leyendas y mitos; de nuevos amigos, de la sensibilidad a flor de piel por todo lo que había vivido durante este viaje.
En mi regreso, pasaría tocando pueblos y ciudades bellos, Pisco, Ica, Paracas, Arequipa. A unos podría conocer más que otros; sin embargo sería una deuda pendiente, regresar alguna vez para detenerme por mayor tiempo.
Mi objetivo al iniciar este periplo estaba cumplido, lo había logrado! Mi primer viaje mochila al hombro estaba concluyendo…

Magui Montero

Foto 1-Desierto de Nazca. Foto 2- Costanera de Lima, diseño floral imitando línea de Nazca. Foto 3- Vista de edificios desde la costa de Lima. Foto 4 y 5 - En la costanera. Foto 6 - Bello diseño del frontispicio de Iglesia La Merced en mármol. Foto 7- Casa de Gobierno. Foto 8- Municipalidad de Lima. Foto 9- Iglesia Catedral. Foto 10- Correo Central. Foto 11 y 12- Parque de Lima. Foto 13- Costa de El Callao

7 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...
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Magui Montero dijo...

He tratado a través de todos mis escritos de ser consecuente con mi forma de vida, y saber respetar la forma de pensar y las creencias de todas las personas que se acercan a leer mis blogs. En consecuencia, sugiero que respeten también la mía. NO DESEO QUE éste y el resto de mis blogs sean usados para colocar leyendas ni comentarios de tipo religioso, ni político (tanto si estoy de acuerdo, como si no lo estoy) Quienes quieran ser escuchados y leidos en sus propuestas o creencias, deben abrir un blog propio y escribir en ello todo lo que piensen o deseen con la libertad de hacerlo bajo su propia responsablilidad o firma.
No me agrada, (menos aun si se esconden en la posibilidad del anonimato) que usen el espacio de los comentarios para otra cosa que no sea cuestiones inherentes a lo de mi blog)Exijo respeto, porque yo también soy respetuosa. GRACIAS

Silvia Giordano dijo...

Magui: hay muchos desubicados que amparándose en el anonimato de un avatar simplemente se acercan para molestar.
En mi Galería de Premios (http://silviabeatrizpremios.blogspot.com) esta el PREMIO AMANTE LITERARIO para que vayas y traigas para aquí.
¡¡Felíz 2010!!
Besos!!!

saint dijo...

Magui,que hermoso viaje que has hecho.Tu belleza santiagueña enalteció más el paisaje.
Te dejo un beso.

Magui Montero dijo...

Muchas gracias Saint. En verdad que hace tiempo no he incluido nada aun en este blog, pero prometo insertar nuevos viajes, pues tengo muchos aun por relatar y la experiencia es altamente enriquecedora.
Un abrazo.
Magui

Magui Montero dijo...

Querida Silvia, muchas gracias por tu Premio, prometo colocarlo aquí en cuanto tenga un poquitín de tiempo!
Besos!
Magui